En el 2009 el municipio de Heliconia cumplió 178 años como ente territorial, un tiempo considerable si el propósito fuera el compararlo con otros municipios a razón del desarrollo; Pero que para el habitante propio y extraño, no deja de ser mas que un numero, puesto que en muchos sentidos es una suerte el crecimiento lento de la tierra que una vez fue habitada por el cacique Arví junto a su tribu, que fue el productor de sal mas importante del país, sirvió de ruta al paso colonizador del Mariscal Robledo, en donde Don Bernardino Álvarez del Pino levantó su primera capilla, vio nacer al Historiador Luís Carlos Montoya, que vio morir a Don Fermín Ochoa, donde el eminente escritos Efe Gómez tubo un tren con su nombre, que permitió al Dr. Alberto Vasco escribir su tesis de especialización sobre el café desde Chile, que sirvió de paso al Filosofo de Otra parte Fernando González, que es estudiada eventualmente por la Universidad Nacional y del Valle debido a las cinco fallas geológicas que le cruzan, y ha sido habitada por personas no tan notorias pero de igual valor; Porque muchos quedan olvidados en las tumbas de la gloria, como por ejemplo todos aquellos que con sus manos levantaron las chimeneas mas altas de todo el Departamento, así cómo los que a punta de pica y pala le hicieron una vía a la vertiente de la montaña, o los que ayudaron a mantener en funcionamiento el dínamo de 45 kilovatios que proporcionaba energía eléctrica en la época en la que era impensable la conexión trifásica intermunicipal y que fue proyectado por el H. Concejo para proveer a Las Salinas. A las personas que hoy por hoy continúan construyendo acueductos, alcantarillados, vías, viviendas, torres, puertas, ventanas y en general a todos aquellos que con su trabajo honrado, comunitario, respetuosos de la individualidad, del espacio publico, del la propiedad privada; A los que creen en la educación, en la cultura, en la solidaridad y en la posibilidad viva de un mejor mañana; A todos ellos en especial va dirigido este nuestro trabajo